Hubo un tiempo en que un puñado de pixeles te trasladaba a lugares llenos de nuevos mitos y leyendas. Historias sencillas llenas de coloridos y chillones héroes que desafían toda lógica humana. Cabezas de pizza comedores de cocos, fontaneros aguerridos, invasores abstractos y formas multicolores sin pies ni cabeza. No había mucho que rascar en cuanto a narrativa o realismo visual, con poco se hacía mucho y con mucho sudor se ganaban las batallas.
Esos días se fueron pero queda su esencia en lo profundo de muchos corazones, se recuperan viejas formulas y se formulan nuevas formas de diversión que beben de fuentes de maná resplandeciente cuadriculado.
Pero celebremos que todo concluye para renacer en una nueva forma, se puede parar y mirar la vista atrás con nostalgia, aprender y seguir adelante para disfrutar de nuestra pasión por la vida como niños que somos delante de nuestros maravillosos cacharros.
¡Viva la sangre nueva enchufada de pixeles en vena!
Creamos una vez más en la magia del tiempo detenido en espacios interestelares virtuales.
Esos días se fueron pero queda su esencia en lo profundo de muchos corazones, se recuperan viejas formulas y se formulan nuevas formas de diversión que beben de fuentes de maná resplandeciente cuadriculado.
Pero celebremos que todo concluye para renacer en una nueva forma, se puede parar y mirar la vista atrás con nostalgia, aprender y seguir adelante para disfrutar de nuestra pasión por la vida como niños que somos delante de nuestros maravillosos cacharros.
¡Viva la sangre nueva enchufada de pixeles en vena!
Creamos una vez más en la magia del tiempo detenido en espacios interestelares virtuales.